Del infierno al cielo. La griega Maria Sakkari (9ª del ranking WTA) derrotó a la estadounidense Caroline Dolehide (111ª) por 7-5 y 6-3 para obtener el título más importante de su carrera en el WTA 1000 de Guadalajara. Luego de la final, pasó por conferencia de prensa y dejó interesantes declaraciones.
No venía siendo el año de Sakkari. Los resultados no la acompañaban y nada parecía indicar este gran desenlace. De hecho, hace menos de un mes rompió en llanto luego de perder en primera ronda del US Open: “Quizás tenga que tomarme un descanso. Estoy sufriendo en la cancha, pero no puedo tomar una decisión ahora”.
Pero todo cambió en muy poco tiempo y así lo expresó tras su gran semana: “Mi gran objetivo cuando llegué a Guadalajara era recuperar la alegría y ser feliz jugando a tenis. Creo que todavía no he asumido del todo lo que significa para mí este título, pero quiero disfrutarlo al máximo y seguir en este camino”.
Sin pelos en la lengua, les “dedico” su victoria a los que no creían en ella: “La verdad que han sido años muy difíciles, especialmente los dos últimos. Mucha gente insistía que era una Top 10 con un solo título y que nunca ganaría nada importante. Al fin puedo cerrarles la boca de alguna manera”.
Luego de seis finales perdidas de manera consecutiva, parece haber torcido en rumbo de su historia: “No quiero detenerme aquí, deseo seguir superándome a mí misma y lograr cosas muy grandes, porque en estos momentos estoy orgullosa de mí misma”.
La entrada a las WTA Finals pasó de ser una utopía a una gran posibilidad (quedó en el noveno puesto, a 308 puntos de Ons Jabeur): "Todavía no tuve tiempo de valorar esa posibilidad, pero podré pensar en ello en los próximos días".